Los ratios bursátiles son la herramienta principal de todo inversor en bolsa que utilice como método de valoración la valoración relativa, de la que ya os hablé en este blog hace poco. El objetivo de este artículo es servir de breve introducción al análisis mediante ratios bursátiles para empezar a acostumbrarnos su uso. Para ello, en este artículo veremos lo qué son los ratios bursátiles, cómo usarlos y los 5 ratios bursátiles más importantes que todo inversor debe conocer con sus respectivas fórmulas y ejemplos.
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Tabla de contenido
- 1 ¿Qué son los ratios bursátiles?
- 2 Precauciones a la hora de utilizar los ratios bursátiles
- 3 El PER: Uniendo precio y beneficios
- 4 Precio/Valor Contable: Un clásico de los ratios bursátiles
- 5 P/FCF: Más allá de los beneficios
- 6 EV/EBITDA: Más allá del precio
- 7 Rentabilidad por Dividendo: De la empresa al accionista
¿Qué son los ratios bursátiles?
Los ratios bursátiles son herramientas que sirven para determinar la situación financiera o empresarial o la valoración de una empresa cotizada en bolsa. Esta clase de ratios financieros suele usarse para determinar si una empresa cotiza a buen precio, aunque también puede usarse para otros objetivos, como determinar el endeudamiento de una empresa, su liquidez o el tiempo medio que tardan en cobrar a sus acreedores.
Precauciones a la hora de utilizar los ratios bursátiles
El importante tener en cuenta que los ratios bursátiles no son más que herramientas, por lo que no lo son todo en la valoración de empresas y deben ser manejados con precaución. Los ratios pueden ser un buen indicador de que nos encontramos ante una gran oportunidad de inversión, pero siempre va a ser necesario un análisis posterior en profundidad.
Los seguidores del value investing debemos ser capaces de ir más allá de estos indicadores y profundizar en los negocios subyacentes. Esto implica entender el negocio que se esconde detrás de cada acción, sus fortalezas, debilidades, ventajas competitivas, etc. En otras palabras, debemos compatibilizar el análisis financiero con el análisis competitivo para tener una valoración sólida de la compañía y ser capaces de obtener un valor intrínseco lo más preciso posible.
El PER: Uniendo precio y beneficios
El PER (“Price to Earnings Ratio” o Ratio Precio Beneficio) es sin lugar a dudas el ratio bursátil más popular por su simplicidad y facilidad de uso. Este ratio bursátil relaciona la capitalización bursátil de una empresa con su beneficio neto o, lo que es equivalente, su beneficio por acción con su precio por acción. Por lo tanto, su fórmula será la siguiente:
PER= Capitalización bursátil / Beneficio neto = Precio por acción / Beneficio por acción
Para poner un ejemplo, una empresa que cotice a un precio de 40 euros por acción y tenga un beneficio por acción de 2 euros, su PER será de 20 veces (40/2).
El PER medio histórico de las bolsas están en torno a 15, por lo que “en principio” si una acción cotiza con PER bastante inferior a estos niveles estará barata y si cotiza con un ratio superior estará cara. Eso sí, digo “en principio” porque dependerá de cada empresa y de sus perspectivas futuras, por lo que debemos utilizar este ratio bursátil con mucha cautela.
Precio/Valor Contable: Un clásico de los ratios bursátiles
El ratio Precio/Valor Contable (también conocido como PVC, “Price/Book Value” o P/BV) es el ratio clásico para valorar acciones desde un punto de vista teórico. Se obtiene al dividir el precio de una acción por su valor teórico contable, o lo que es equivalente, dividir la capitalización bursátil entre los fondos propios. Aquí tenéis la fórmula:
PVC= Capitalización bursátil / Fondos Propios = Precio por acción / Valor teórico por acción
Su cálculo es simple. Supongamos que una empresa cotiza con una capitalización bursátil de 100 millones de euros, siendo el valor contable de sus fondos propios de 50 millones de euros. Entonces, su ratio PVC será de 2 veces (100/50).
Normalmente el ratio PVC suele cotizar en un rango entre 1,5 y 2,5. Una empresa con PVC inferior a 1 suele ser de empresas con altas posibilidades de quiebra, aunque también puede ser que estemos antes casos de buenas oportunidades de inversión.
P/FCF: Más allá de los beneficios
El ratio P/FCF (“Price to Free Cash Flow” o Ratio Precio-Flujo de Caja Libre) es el ratio que relaciona la capitalización bursátil de una compañía con sus flujos de caja libres. Mientras que la cifra del beneficio neto de una compañía es algo “artificial”, ya que puede ser maquillada con diferentes argucias contables, el flujo de caja libre es un valor objetivo. Por ello, este ratio puede considerarse más objetivo que el PER, aunque requiera un cálculo más complejo.
Su fórmula es la siguiente:
P/FCF = Capitación bursátil / Flujos de caja libre = Precio por acción / Flujo de caja libre por acción
Supongamos que una empresa tiene un flujo de caja libre de 100 millones de euros, mientras que cotiza con una capitalización bursátil de 1.200 millones de euros. Su ratio P/FCF será de 12 veces (1.200/100).
EV/EBITDA: Más allá del precio
El ratio EV/EBITDA es posiblemente el ratio más completo de los 5 ratios bursátiles que estamos analizando. Este ratio relaciona el valor de empresa (“Enterprise value” en ingés) de una compañía con su EBITDA (“Earnings Before Interests, Taxes, Depreciation and Amortization” o “Beneficio Antes de Intereses, Impuestos, Depreciaciones y Amortizaciones”). Su fórmula es simple:
EV/EBITDA = Valor de empresa / EBITDA
Supongamos que una compañía cotizada tiene un valor de empresa de 1500 millones de euros y un EBITDA de 300 millones de euros. Su ratio EV/EBITDA será de 5 veces (1500/300).
Este ratio bursátil suele ser el ratio más utilizado por empresas de capital riesgo para decidir si invertir en una empresa o no, ya que refleja de una forma más compleja el valor de una empresa que el resto de ratios bursátiles.
Rentabilidad por Dividendo: De la empresa al accionista
De nada sirve que una empresa gane mucho dinero si este dinero no se acaba distribuyendo tarde o temprano a sus accionistas. La Rentabilidad por Dividendo (“Dividend Yield” en inglés) mide el porcentaje del precio de una acción de va a parar a los accionistas en forma de dividendo cada año. Se calcula de la siguiente forma:
Rentabilidad por Dividendo= (Dividendo por acción / Precio por acción)*100
Como ejemplo, supongamos que una empresa que cotiza a 10 euros por acción reparte un dividendo de 40 céntimos de euros por acción cada año. Su rentabilidad por dividendo sería del 4% ((0,4/10)*100).
La Rentabilidad por Dividendo se expresa en porcentaje, que suele moverse en cifras entre un 2% y un 5%, aunque dependerá, como sucede con el resto de ratios, del tipo de empresa y de sus perspectivas futuras. Es común que las empresas de alto crecimiento no repartan dividendo entre sus accionistas porque en vez de repartir los beneficios entre los accionistas lo que hacen es reinvertirlos en la empresa para crecer en el futuro.