Las acciones con valor de empresa negativo son algo bastante difícil de encontrar en los mercados, aunque no imposible. Este artículo, que es una traducción del artículo “Returns on Negative Enterprise Value Stocks: Money for Nothing?” de Alon Bochman del CFA Institute, analiza la frecuencia con la que se dan los casos de compañías con valor de empresa negativo y la rentabilidad que se suele dar en estos casos excepcionales.
Rentabilidad de compañías con valor de empresa negativo. ¿Dinero a cambio de nada?
El value investing trata sobre encontrar y comprar gangas, un dólar cotizando a 70 centavos o menos. Una de las gangas más aparentemente seductoras que ofrece la bolsa son las acciones con un valor de empresa negativo. Comprar acciones con valor de empresa negativo parece una oferta en la que no puedes perder: Imagina una casa que se vende por 1 millón de dólares con una caja fuerte en el sótano con 1,2 millones de dólares en efectivo. ¿Por qué va a ofrecer alguien ese tipo de trato? Si encuentras algo así, ¿debes aceptar o rechazarlo por ser algo demasiado bueno para ser verdad?
Para responder a esta pregunta, investigué la rentabilidad de todas las empresas que cotizaron con un valor de empresa negativo entre el 30 de marzo de 1.972 y el 28 de septiembre de 2.012. Empecé con datos de balances de la base de datos de Standard & Poor’s Compustat y combiné esos datos con los precios de la base de datos del Center for Research in Secirity Prices (CRSP). Después calculé el valor de empresa de cada compañía cada mes, comparando la rentabilidad en los 12 meses posteriores. Por ejemplo, el valor de empresa de Microsoft el 31 de agosto de 2.011 era de 182 mil millones de dólares, y la rentabilidad de Microsoft los siguientes 12 meses fue del 19%, teniendo en cuenta los dividendos y la subida de precio de la acción. El valor de empresa de Microsoft se basaba en el 4º trimestre de 2.011, que se publicó 21 de julio de 2.011, teniendo 41 días el 31 de agosto de 2.011. El proceso de combinación asegura que toda la información fundamental que se utilizó fue publicada al menos 5 días antes de que utilizase en el cálculo del valor de empresa para minimizar el “prejuicio de la mirada al frente”. Después de realizar estos cálculos para incluir sólo acciones con valor de empresa negativo.
Encontré 2.613 acciones que en algún momento cotizaron con valor de empresa negativo entre 1.972 y 2.012 (Microsoft, por desgracia, no se encontraba entre ellas). En la lista aparece una acción por mes, lo que quiere decir que si una empresa cotizó con valor de empresa negativo durante 3 meses seguidos, ésta aparecerá en la lista 3 veces. Cada vez es una oportunidad de inversión diferente con su propia rentabilidad a 12 meses vista. Las acciones permanecían una media de 10,17 meses (no necesariamente consecutivos) en territorio de valor de empresa negativo. De este modo, la lista muestra un total de 26.569 oportunidades de invertir en acciones con valor de empresa negativo.
La rentabilidad media de estas 26.569 oportunidades de inversión fue del 50,4%. Esto quiere decir que si observaste el marcado de forma diligente durante los últimos 40 años e invertiste 1.000 dólares en empresas con valor de empresa negativo cada mes, tu inversión media valdría 1.504 dólares después de mantener la inversión durante un año, sin incluir los costes de transacción e impuesto. ¡No está nada mal!
Parece que esta estrategia funciona mucho menor para inversores particulares que para grandes inversores institucionales porque la mayoría de las oportunidades de inversión son micro caps con liquidez limitada:
Sólo aproximadamente el 3% de las oportunidades de inversión fueron en acciones de 500 millones de dólares de capitalización bursátil o más. Estas oportunidades aparecen con cierta regularidad y proporcionan rentabilidades atractivas pero en ocasiones también han perdido dinero también.
En el gráfico superior, el eje de la fecha muestra el año de entrada. Acciones con valor de empresa negativo comprados en 2.007 y mantenidos durante 2.008 perdieron entre un 35 y un 45%, haciéndolo tan mal o peor que el índice S&P 500.
Si no te disuaden estas bajadas, debes poder mejorar tus posibilidades mirando a los países en los que las empresas tienen sus sedes:
Acciones con valor de empresa negativo domiciliadas en Taiwán y especialmente en China lo han hecho mucho peor que la media (aunque siguen haciéndolo bastante bien), sobre todo a causa de fraudes. Este efecto puede ser magnificado en small caps.
En resumen, las acciones con valor de empresa negativo han tenido rentabilidades atractivas durante los últimos 40 años y vale la pena echarles un vistazo, siempre que seas capaz de aguantar su volatilidad.