Si eres un pequeño inversor y crees que no tienes nada que hacer frente a los gestores profesionales, te informo de que estás muy equivocado. Los pequeños inversores contamos con una serie de ventajas que nos pueden ayudar a tener una rentabilidad digna de los mejores fondos de inversión. En este artículos veremos las 4 ventajas que tenemos los pequeños inversores frente a los gestores profesionales.
Tabla de contenido
Ausencia de benchmarks que batir
Los benchmarks son los índices a batir por un fondo de inversión. La calidad de la inversión del equipo gestor de un fondo se medirá en base a la rentabilidad (comparada con su riesgo) que haya obtenido el fondo comparada con la rentabilidad de su benchmark. Por ejemplo, si un fondo de renta variable española tiene una rentabilidad del 15% mientras el Ibex-35 tiene una rentabilidad del 25%, la gestión del fondo será considerada muy mala.
Los inversores particulares, al no tener la presión de un bechmark que superar, podemos centrarnos en buscar las inversiones que nos den una mayor rentabilidad a largo plazo o una mayor seguridad si somos inversores enfocados en minimizar el riesgo. Además, si no encontramos acciones a buen precio, simplemente podemos acumular dinero en efectivo o renta fija a corto plazo hasta que aparezca alguna oportunidad.
Ausencia de presiones a corto plazo
Un gestor de inversiones profesional no sólo es evaluado por su rentabilidad a largo plazo, sino también por su rentabilidad a corto plazo, y no sólo del último año, sino incluso de la rentabilidad a pocos meses vista.
Los pequeños inversores carecemos de esta presión por lograr resultados a corto plazo, pudiendo enfocarnos en buscar inversiones que nos den buenos resultados a largo plazo sin tener que agobiarnos por las presiones cortoplacistas de los partícipes de nuestros fondos.
Ausencia de limitaciones de volumen en las transacciones
Un pequeño inversor tiene capacidad para invertir en micro-caps (empresas de muy pequeña capitalización bursátil) de la que carece un inversor profesional que gestione un fondo de grandes dimensiones, que tiene que dejar de lado a las pequeñas empresas y centrarse en las más grandes, ya que no les compensa el trabajo de analizar una empresa de pequeña capitalización.
Por ejemplo, el equipo gestor de Bestinver descarta analizar empresas que cotizan en el MAB (Mercado Alternativo Bursátil), ya que no les compensan por su escasa capitalización en relación a los miles de millones de euros que tienen bajo gestión.
Ausencia de límites en las posiciones de los pequeños inversores
La normativa sobre fondos de inversión y SICAVs regula la diversificación de tal modo que los gestores no pueden superar un porcentaje máximo en una empresa o en determinado tipo de activos. Esto depende de la regulación de cada país y de cada tipo de fondo. En cambio, los inversores particulares pueden invertir la mayor parte de su patrimonio en un solo tipo de activos financieros sin ninguna limitación.
Las ventajas de los pequeños inversores están ahí…
Así que la próxima vez que escuchéis a alguien quejándose de las pocas posibilidades que hay de que un pequeño inversor gane dinero en bolsa, incluso que tenga una rentabilidad superior a los gestores profesionales de fondos de inversión, enseñadle este artículo para demostrarle que ser un pequeño inversor también tiene sus ventajas. Parafraseando al gran Peter Lynch:
“La inversión no es como el golf, los pequeños inversores pueden batir a los profesionales”