A la hora de analizar empresas en las que invertir, es de vital importancia buscar ventajas competitivas duraderas que les permitan competir en el mercado a largo plazo. Pat Dorsey, anteriormente analista jefe de Morningstar y actualmente presidente de Sanibel Captiva Investment Advisers y columnista en la revista Forbes es uno de los mayores expertos en el mundo a la hora de analizar ventajas competitivas de las empresas. En este artículo veremos los 4 tipos de ventajas competitivas que existen según Pat Dorsey.
Los 4 tipos de ventajas competitivas que existen según Pat Dorsey
Los 4 tipos de ventajas competitivas según Pat Dorsey son las siguientes:
Activos intangibles: Los activos intangibles son tanto marcas, como patentes o licencias. Básicamente, lo que hacen es otorgar a las empresas la capacidad que poner unos precios superiores a los de su competencia. Por ejemplo, muchos consumidores están dispuestos a pagar un precio mayor por los polos y jerséis de la marca Lacoste que por unos de marca blanca de igual calidad.
Coste de cambio: La ventaja competitiva de los costes de cambio se da cuando el coste de cambiar un producto o servicio es superior al beneficio que se daría por este cambio. De esta forma se logra la fidelidad de los clientes, pudiendo cobrar un precio superior. Un ejemplo de este tipo de ventaja competitiva puede ser el que ha tenido Microsoft hasta el momento, ya que el coste de cambiar de sistema operativo, tanto por los costes de aprender a utilizar nuevos programas como los de compatibilizar archivos era muy superior al de utilizar otro tipo de programa.
Efecto de red: El efecto de red sucede cuando el valor de un producto o servicio incrementa a la vez que se incrementa el número de usuarios de ese producto o servicio. El ejemplo clásico de este tipo de ventaja competitiva son las tarjetas de crédito, aunque un ejemplo más actual son las redes sociales, cuyo valor aumenta cuanto mayor número de usuarios tengan.
Ventajas de costes: La ventaja de costes es la ventaja competitiva clásica, que suelen derivar de las economías de escala, es decir, la capacidad de producir a un menor coste debido a que el coste unitario de producir un mayor número de bienes o servicios suele ser decreciente al verse reducido el peso de los costes fijos en el coste total. Buen ejemplo de la ventaja competitiva de costes es Amazon, que puede vender a precios más bajos que su competencia gracias a su gran volumen de negocio.