Es muy común calificar a los inversores profesionales como tiburones, utilizando una analogía entre este depredador y los grandes inversores de Wall Street. Sin embargo, la estrategia de de caza los tiburones no es la más adecuada para maximizar nuestra rentabilidad a la hora de invertir. En este artículo os explicaré por qué a la hora de invertir en bolsa no debéis actuar como tiburones, sino utilizar la estrategia del cocodrilo.
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Tabla de contenido
La estrategia del tiburón de la bolsa
El tiburón es un depredador cuya estrategia para alimentarse consiste en cazar constantemente a multitud de pequeños peces. Es una estrategia muy activa que conlleva un gran gasto de energía.
Esta estrategia sería equivalente a la que utilizan los traders intradía que se dedican a realizar múltiples operaciones de pequeña cuantía con la esperanza de que los beneficios superen a las pérdidas tras descontar los gastos en comisiones e impuestos.
La estrategia del cocodrilo
La estrategia del cocodrilo para alimentarse es muy diferente a la del tiburón.
Lo que hace el cocodrilo la mayoría del tiempo es esperar sin hacer nada. Su estrategia se basa en esperar a que llegue su gran oportunidad. Sin gastar energía, sólo analizando la situación. Una vez que llega su gran oportunidad, utiliza todo su potencial en el momento adecuado para cazar una gran presa.
En este vídeo podéis ver la estrategia de caza del cocodrilo. Antes de verlo, os aviso de que contiene imágenes que pueden herir vuestra sensibilidad.
Warren Buffett como máximo exponente de la estrategia del cocodrilo
El inversor más famoso que utiliza la estrategia del cocodrilo a la hora de invertir en bolsa es Warren Buffett.
Tanto Buffett como otros seguidores del value investing fueron criticados duramente por no invertir durante periodos en los que la bolsa no paraba de subir. Posiblemente, las críticas más duras contra Buffett y los inversores value tuvieron su origen en el hecho de que decidiesen no invertir en empresas de invernet durante la burbuja puntocom.
Al final, cuando la burbuja explotó, Buffett y los inversores prudentes pudieron comprar grandes empresas a precios de ganga gracias a todo el dinero que fueron acumulando durante los años en los que no había buenas oportunidades de inversión. Muchos fondos de inversión en empresas de internet que utilizaban la estrategia del tiburón acabaron quebrando. Sin embargo, la estrategia del cocodrilo había vuelto a triunfar.
¿Qué se necesita para invertir como lo haría un cocodrilo?
Para invertir como un cocodrilo, la clave es la paciencia. Saber esperar nuestra oportunidad sin perder la calma. Es posible que veamos pasar oportunidades que no hemos sabido aprovechar. Lo importante es no impacientarnos y mantener la mente fría para evitar errores. Parece sencillo en teoría, pero en la práctica no lo es.
El segundo requisito es la capacidad de ir contracorriente. Una vez más, parece sencillo, pero no lo es. El principio de sanción social y el efecto manada jugarán en nuestra contra. En especial, cuando veamos cómo la gente gana dinero “fácilmente” a nuestro alrededor durante las burbujas especulativas. Durante la burbuja puntocom, cualquiera se podía “forrar” en poco tiempo comprando acciones de internet. En la burbuja inmobiliaria española todo el mundo “sabía” que “alquilar era tirar el dinero”. Al final, los que fueron contra la masa acabaron ganando una vez más.
En resumen, la próxima vez que alguien te pregunte si quieres ser un tiburón de las finanzas, déjale claro que lo que de verdad funciona es ser un cocodrilo.