En ocasiones, lo que diferencia a los buenos y a los malos inversores no son sus conocimientos o su capacidad de análisis y valoración de las inversiones, sino su capacidad para evitar errores en su conducta a la hora de invertir. En este artículo veremos cómo evitar conducta autodestructiva de este tipo en los inversores. Este artículo es una traducción de “Avoid self-destructive Investor Behavior” publicado por la empresa de servicios financieros Davis Advisors.
Cómo evitar conducta autodestructiva en los inversores
Un estudio de Dalbar subraya la importancia de controlar las emociones y de evitar la conducta autodestructiva en los inversores. Desde 1.992 a 2.011, el fondo de inversión medio tuvo una rentabilidad anual media de un 8,2%, mientras que el inversor medio en fondos de inversión obtuvo una rentabilidad de tan solo un 3,5%. Llamamos a la diferencia entre ambos resultados “el castigo por la conducta del inversor”.
¿Por qué los inversores han sacrificado históricamente más de la mitad de su rentabilidad potencial? Llevados por emociones como el miedo y la codicia, sucumben a conductas negativas, como:
- Poner dinero en el último mejor gestor o la clase de activos que ha sido más rentable, esperando que continúe su racha ganadora.
- Evitar áreas del mercado que han tenido una rentabilidad pobre, asumiendo que nunca se recuperarán.
- Abandonar su plan de inversión intentando entrar y salir del mercado en el momento justo, una proeza casi imposible.
Los inversores exitosos a lo largo de la historia han sabido entender que crear riqueza a largo plazo requiere la habilidad de controlar las emociones y evitar conducta autodestructiva en la inversión.
Como dijo Benjamin Graham, padre del value investing:
“Las personas que no puedan controlar sus emociones no están preparadas para ganar dinero en el proceso de inversión”