El endeudamiento de una empresa es uno de los factores que debemos analizar en nuestro proceso de valoración. No es un tema baladí, ya que el valor de una empresa puede variar considerablemente dependiendo de su nivel de endeudamiento. Además, la precisión de nuestra valoración puede disminuir de forma importante en el caso de empresas muy endeudadas.
En este artículo veremos por qué es casi imposible valorar empresas muy endeudadas con precisión con un ejemplo real, la valoración de la constructora española Sacyr.
Tabla de contenido
- 1 Ejemplo real de valoración de una empresa muy endeudada
- 2 Valoración de Sacyr: Escenario optimista
- 3 Valoración de Sacyr: Escenario pesimista
- 4 La misión casi imposible de valorar empresas muy endeudadas
- 5 No olvidéis la regla nº1
- 6 ¿Debemos evitar por completo las empresas endeudadas?
- 7 Ahora os toca a vosotros
Ejemplo real de valoración de una empresa muy endeudada
Como ya sabéis de sobra, los seguidores del value investing buscamos empresas que coticen en bolsa por debajo de su valor intrínseco y ofrezcan un margen de seguridad suficiente. El peso de la decisión de inversión recaerá, por lo tanto, en la valoración que hayamos obtenido tras analizar la empresa.
Hace unos 3 meses, Garci, un buen amigo e inversor value, me comentó la idea de invertir en la constructora Sacyr. No voy a entrar en el proceso de valoración de la compañía, ya que no quiero centrarme en ello. Además, el análisis debe actualizarse, ya que Sacyr acaba de anunciar la venta de su filial Testa Inmuebles por 1.794 millones de euros.
Me voy a centrar en analizar cómo varía el valor intrínseco de una compañía endeudada como Sacyr con pequeños cambios en el valor bruto de sus negocios.
Tras analizar la empresa, el valor intrínseco que obtuvo mi amigo Garci fue el siguiente:

Valoración de Sacyr
En resumen, el valor de los negocios de Sacyr era, según los cálculos de mi amigo Garci, de 8.455,5 millones de euros. A esta cifra hay que restarle el valor de su deuda, que asciende a 6.337 millones de euros. Como resultado, obtenemos un valor neto de 2.118,5 millones de euros. Como la empresa tiene 545,9 millones de acciones, el valor intrínseco de la compañía sería de 3,88 € por acción.
Creo que es un buen análisis fundamental y que las cifras utilizadas son prudentes y conservadoras. No obstante, como muchos sabréis, yo siempre recomiendo complementar cada valoración con un análisis de escenarios. A continuación veremos dos escenarios adicionales, uno más optimista y otro más pesimista.
Valoración de Sacyr: Escenario optimista
En este escenario voy a partir de que el valor de los negocios calculado por mi amigo Garci es un 20% superior al del escenario principal.
En este escenario, el valor de los negocios sería de 10.146,6 millones de euros. Como la deuda permanecería constante, el valor neto de la compañía sería de 3.809,6 millones de euros. Por lo tanto, el valor intrínseco por acción sería de 6,98€ por acción. En otras palabras, el valor intrínseco crecería casi un 80%.
Valoración de Sacyr: Escenario pesimista
En este caso vamos a suponer que Garci ha sido optimista en sus cálculos y que los negocios de Sacyr valen un 20% menos de lo que él ha calculado.
En este caso, el valor de los negocios se reduciría a 6.764,40 millones de euros. Como la deuda no varía, el valor neto se vería reducido a tan solo 427,40 millones de euros, lo que supondría un valor intrínseco por acción de 0,78€. En este caso, vemos una caída del 80% en el valor de la compañía.
La misión casi imposible de valorar empresas muy endeudadas
Como habéis podido comprobar, una pequeña diferencia en el valor de los negocios de una compañía muy endeudada puede suponer una gran variación en el valor intrínseco de sus acciones.
En el siguiente cuadro podemos ver el resumen de los 3 escenarios analizados en la valoración de Sacyr.

Análisis de escenarios de Sacyr
El endeudamiento no supone un problema únicamente para la empresa. También supone un problema para los inversores a la hora de obtener un valor intrínseco con una precisión adecuada.
Es mucho más difícil valorar con precisión empresas endeudadas como Sacyr que otras con poca deuda, ya que pequeños cambios en las estimaciones o en los escenarios provocan grandes cambios en el valor intrínseco que hemos calculado.
No olvidéis la regla nº1
No debemos olvidar lo que Warren Buffet nunca se cansa de repetir:
“La regla número 1 es no perder dinero”
A lo que siempre añade:
“La regla número 2 es nunca olvidar la regla número 1”
Muchos pasamos por alto esta regla, pero acaba pasándonos factura.
¿Debemos evitar por completo las empresas endeudadas?
Invertir en empresas endeudadas no suele ser muy recomendable, por lo que no recomiendo, en principio, invertir en ellas.
Como habéis comprobado, el endeudamiento no sólo supone un problema para las empresas, sino también los es para los inversores, ya que valorar empresas muy endeudadas con precisión supone una misión casi imposible.
Mi decisión personal es intentar evitarlas o, en el caso de invertir en ellas, buscar un margen de seguridad muy amplio que haga que la rentabilidad potencial de la inversión compense con creces el riesgo de violar la regla nº1.
Ahora os toca a vosotros
¿Invertís en empresas endeudadas?
¿Os parece Sacyr una buena inversión a precios actuales?
¡Espero vuestros comentarios!