Como ya sabéis de sobra los lectores asiduos de este blog, el value investing consiste en comprar acciones de empresas que coticen a un precio inferior a su valor intrínseco y que ofrezcan un margen de seguridad razonable. La principal tarea que tenemos los inversores value es la de analizar compañías cotizadas en búsqueda de empresas que reúnan las características señaladas. El problema es que, en ocasiones, hay empresas que parecen infravaloradas, pero no lo están, sino todo lo contrario. En este artículo veremos qué son las trampas de valor, las causas de su existencia y algunas recomendaciones para evitarlas.
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Tabla de contenido
¿Qué es una trampa de valor?
Una trampa de valor (“value trap” en inglés) es una empresa que aparenta cotizar por debajo de su valor intrínseco pero que, por alguna razón, no está infravalorada, sino sobrevalorada.
Por ejemplo, suelen cotizar a un PER de una cifra o estar en un sector de alto crecimiento. No obstante, siempre tienen algún factor de riesgo oculto o que infravaloramos o pasamos por alto que hace que su valor intrínseco real sea muy inferior al valor intrínseco que hemos calculado.
¿Por qué caemos en las trampas de valor?
La razón por la que caemos en trampas de valor es siempre la misma, un error en la valoración de la compañía. Este error no siempre es fácil de detectar, e incluso es algunos casos es casi imposible, como en los poco frecuentes aunque notorios casos de fraude contable.
Muchas trampas de valor son consecuencia de errores en la percepción de los problemas que atraviesa o va a atravesar una compañía. Todas las empresas, tarde o temprano, pasan por una serie de complicaciones. No obstante, no todas son iguales. Podemos distinguir dos tipos de problemas:
- Problemas coyunturales: Son los que se deben a circunstancias concretas. Son pasajeros, por lo que la compañía acaba recuperándose de ellos pasado un tiempo.
- Problemas estructurales: Son problemas de mayor calado que hacen mella en las bases de la empresa y de su modelo de negocio. Es muy difícil salir de este tipo de problemas.
En la mayoría de los casos, las trampas de valor están relacionadas con problemas estructurales, que suelen ser infravalorados o pasados por alto a la hora de invertir en la compañía.
También puede haber otras causas, como por ejemplo fraude contable, mala gestión financiera, o aumento de la competencia. En otro artículo explicará en más profundidad los tipos de trampas de valor con ejemplos de cada tipo.
¿Cómo podemos evitar caer en trampas de valor?
Mi primera recomendación, especialmente a los inversores novatos, es que no dejéis de lado la diversificación. De este modo, aunque caigáis en una trampa de valor, su daño relativo será mucho menor si vuestra cartera está compuesta de 20 acciones que si está compuesta por 5.
Otra de mis recomendaciones para evitar caer en trampas de valor es invertir en empresas estables con una larga trayectoria. Es mucho más fácil tener un gran éxito a corto plazo que mantener un éxito moderado a largo plazo.
Por desgracia, no existe un método infalible para no caer nunca en trampas de valor ni equivocarse. Todos los inversores value, tarde o temprano, acabamos cayendo en trampas de valor. Yo, el primero. Incluso leyendas del value investing como Bestinver caen año tras año en alguna trampa de valor, y siempre han sabido admitir sus errores y aprender de ellos. Estos errores no han impedido que la rentabilidad de Bestinver a largo plazo siga siendo excepcional.
Tenemos que aprender a afrontar las trampas de valor y todos los errores de inversión en general como una parte más del proceso de aprendizaje de la inversión. Más importante que no caer en trampas de valor es aprender de los errores. De esta forma, acabaremos cumpliendo las 2 reglas de inversión en bolsa más importantes según Warren Buffet:
Regla nº1: No perder dinero.
Regla nº2: Nunca olvidar la regla nº1.