A medida que pasa el tiempo, el mundo se hace cada vez más complejo. Esto nos ha llevado a las personas a buscar soluciones simples y fáciles a nuestros problemas, a pesar que éstas puede que no sean las óptimas. Esta búsqueda de sencillez también ha llegado a la inversión en bolsa, donde la gente busca habitualmente estrategias sencillas para invertir su dinero, lo que ya ha ocasionado más de un quebradero de cabeza financiero. En este artículo veremos qué método para invertir en bolsa es el óptimo sin caer en la trampa de la sencillez.
Tabla de contenido
La trampa de la sencillez
Para escribir este artículo me he inspirado en otro llamado “The easy trap”, publicado esta semana en el blog de Seth Godin, uno de los expertos en marketing más conocidos y respetados en la actualidad. Este artículo argumenta que en muchas ocasiones lo más fácil no suele ser lo más conveniente. Como dice Godin en su artículo:
“La persona con la que te resultaría más fácil tener una cita puede no ser la persona con la que te querrías casar”
Considero que este artículo es totalmente aplicable a la inversión en bolsa, como veremos a continuación.
Un método para invertir en bolsa sencillo no es siempre óptimo
Es muy habitual ver en librerías e internet cursos que prometen un método sencillo para invertir en bolsa y ganar. En muchos casos, cumple lo que promete en cuanto a la sencillez, pero no en cuanto a la rentabilidad. A la hora de escoger un método de inversión en bolsa, debemos buscar una característica esencial, su rentabilidad. Si atendemos a esta característica, el método para invertir en bolsa que debemos elegir es el value investing, ya que ha demostrado ser el más rentable a largo plazo.
No me canso de decir que el value investing es un método de inversión multidisciplinar, que requiere conocimientos de diversas áreas como pueden ser las finanzas, el marketing, la estrategia empresarial o el pensamiento crítico. Puede que no necesitemos mucho tiempo para entender el funcionamiento básico del value investing, pero son requeridos muchos años de experiencia y grandes dosis de teoría y de sentido común para su dominio. Nunca me escucharéis decir que aprender a invertir mediante el value investing es sencillo, pero no tengo ninguna duda de que vale la pena.