El proceso de valoración de empresas es la parte fundamental de la toma de decisiones a la hora de invertir en bolsa mediante el value investing. La estructura del proceso de valoración se divide en 2 partes bien diferenciadas, imprescindibles para un análisis completo, que veremos a continuación.
Tabla de contenido
Las 2 partes del proceso de valoración de empresas
El proceso de valoración de empresas de divide en 2 estas dos partes:
- Análisis Financiero
- Análisis Competitivo
Por un lado, el análisis financiero se basa en el análisis de las cuentas anuales de la empresa. Es un análisis fundamentalmente cuantitativo, en el que se analizan elementos como el endeudamiento, la solvencia, la rentabilidad o el patrimonio de la empresa.
Por otro ladro, el análisis competitivo se centra en examinar las fortalezas y debilidades de la empresa en el mercado. Es un tipo de análisis mucho más cualitativo, se centra en analizar si la empresa cuenta con ventajas competitivas sostenibles a largo plazo que le permitan sobrevivir y ser rentables para sus accionistas. Para ello, se analizará el producto que vende la empresa y sus perspectivas de futuro.
La combinación de ambos tipos de análisis nos ayudará a obtener el valor intrínseco de la empresa. Esta cifra, será la que utilizaremos para tomar la decisión de invertir. Si el precio el inferior al valor intrínseco y nos ofrece un buen margen de seguridad, invertiremos. De lo contrario, nos mantendremos al margen.
¿Es necesario realizar tanto el análisis financiero como el competitivo?
No es necesario, aunque sí muy recomendable para evitar caer en trampas de valor.
El value investing clásico, con Benjamin Graham como referente principal, no prestaba atención al análisis competitivo y se centraba únicamente en el análisis financiero. Esto no le supuso un gran problema para batir al mercado, pero los mercados financieros han cambiado bastante en las últimas décadas.
En comparación con la época de Graham, la bolsa se ha vuelto un mercado bastante más eficiente, por lo que es necesario complementar el análisis financiero con el análisis competitivo para obtener unos rendimientos superiores. A día de hoy, la práctica totalidad de los grandes inversores combinan ambos tipos de análisis en el proceso de valoración, por lo que nosotros debemos hacer lo mismo para conseguir nuestro objetivo de batir al mercado a largo plazo.