Como ya sabéis, en parte porque no me canso de repetirlo, la herramienta más importante para un inversor es su cerebro. Para aprender a utilizarlo mejor, debemos ser conscientes de los prejuicios cognitivos que amenazan nuestro raciocinio. En esta ocasión os voy a hablar de uno que tiene gran importancia en el mundo de la inversión y que además es de los más difíciles de evitar, el efecto anclaje. En este artículo os explicaré en qué consiste el efecto anclaje, algunos ejemplos y qué formas tenemos de evitar este prejuicio cognitivo.
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Tabla de contenido
¿Qué es el efecto anclaje?
El efecto anclaje (“anchoring effect” en inglés) es un prejuicio cognitivo provocado por la tendencia humana a darle un mayor peso a la primera noticia, argumento o evidencia que se tiene sobre algo a la hora de tomar una decisión.
Ejemplos del efecto anclaje
El efecto anclaje tiene un gran poder, sobre todo en el mundo del marketing. Siempre veréis en todos los programas de teletienda, antes de dar el precio final del producto, una serie de precios para reforzar un efecto anclaje en el espectador y generar la creencia de que el producto a la venta tiene un valor similar a los precios que se muestran al comienzo. De este modo, el precio final les parecerá mucho más atractivo a los potenciales compradores.
Del mismo modo, los vendedores avispados siempre te enseñarán primero un producto sobrevalorado para que los demás te parezcan baratos a su lado y así te decantes más fácilmente a tomar decisiones de compra.
El efecto ancla en la inversión en bolsa
El mundo de la inversión en general y de la bolsa en particular suelen estar bastante contaminados por el efecto anclaje. Por ejemplo, mucha gente toma un precio pasado al que ha cotizado una empresa como referente a la hora de estimar su potencial de revalorización. Esto no es correcto, ya que la situación puede haber cambiado totalmente o simplemente la empresa puede haber estado muy sobrevalorada por Mister Market.
También puede suceder que a la hora de analizar una empresa demos más importancia a los datos positivos sobre ésta si son los que primeros se nos presentan. Por eso, en las presentaciones a los accionistas, siempre suelen darse primero las buenas noticias y así dejar las noticias “menos buenas” para el final.
¿Cómo evitar el efecto anclaje?
Por desgracia, los estudios muestran que el efecto anclaje es uno de los más difíciles de evitar. Incluso en los casos en los que el anclaje era evidentemente erróneo, los sujetos del estudio estuvieron influenciados por él.
Por ejemplo, en un estudio sobre este prejuicio cognitivo se dividió a un a una serie de personas en 2 grupos. Al primero de ellos se le pregunto si Gandhi tenía más de 9 años al morir y al segundo se le preguntó si tenía menos de 140. Aunque el anclaje era evidentemente erróneo, el primer grupo consideró de media que la edad de fallecimiento de Gandhi era de 50 años, mientras que la media en el segundo fue de 67, lo que representa una diferencia significativa.
Por el momento, el mejor medio de evitar el efecto anclaje que se ha demostrado que funciona es el de la experiencia. Los expertos en algún campo eran los menos inclinados a dejarse llevar por este prejuicio cognitivo.
Otras recomendaciones para evitar el efecto anclaje son:
- Ser conscientes de la existencia del efecto anclaje.
- Usar comparaciones y basar nuestras decisiones en hechos objetivos ponderados por su importancia relativa.
- No tomar decisiones cuando estemos bajos de moral.